¿Un pistacho flotando en una piscina... sigue siendo un fruto seco?

Así comenzaba Luis Piedrahita su más famoso monólogo, aquella tronchante reflexión sobre las pipas, entre otros absorbentes y demoníacos aperitivos tostados. ¿Se dan cuenta de que todos los monologuistas empiezan siempre sus actuaciones con una pregunta?

Siempre es lo mismo: Mientras venía hacia aquí me asaltó una pregunta... ¿? Pretenden introducirnos en el tema, un tema que de entrada nos es familiar, porque un monólogo, si no es de un tema conocido, como que tiene poca gracia. Por ejemplo, imaginemos que Quique San Francisco llega con su birra y su pitillo, y comienza su monólogo: "Estaba viniendo para acá, y en el taxi me asaltó una duda que deseo compartir con ustedes: ¿hasta qué punto es plausible el principio de incertidumbre de Heisenberg?". Y tras esta acongojante duda, nuestro amigo echa 10 minutos soltando agudos chascarrillos sobre física cuántica, que solo haría gracia al propio San Francisco unicamente con mirar las caras extrañas, muecas, cuchicheos en la sala... Por eso no se habla de este tipo de temas, no, se habla de frutos secos, de sexo, de la guardia civil, de sexo, de moda, de sexo, de guerra de sexos, de sexo... porque mira que nos reimos cuando hacen monólogos sobre sexo.

¿Por qué coño nos hace tantísima gracia ver a alguien como el Piedrahita, con esa vocecilla, esas gafas de pasta, ese peinao, que cualquiera diría que es el hermano español de Harry Potter (de hecho ya pueden ver donde ha terminado), hablando de lo poquísmo que dura en la cama, o de los ácidos comentarios que le hace su presunta pareja sobre el dudoso tamaño de su miembro?

Dependiendo del público que escuche el chiste, la respuesta varía:

- Si eres un flemático/a adolescente, en plena efervescencia hormonal, la respuesta es tan sencilla como que cualquier palabra que pueda ser minimamente relacionada con el sexo hace que se te escape una risilla nerviosa. Ejemplo: Un telediario cualquiera, titulares "Policía agrede a transeunte con su arma reglamentaria". Y en la mente de nuestro sujeto pululan las siguientes ideas: "JOJOJOJO arma reglamentaria, JOJOJOJO, anda que a la presentadora esta si que la agredía yo con mi arma, JOJOJOJO".

Cabe destacar que si no guarda relacion con el tema, SE LE BUSCA, es irremisible. Ejemplo: La inocente madre le dice a su hijo "Luisito, que se te ha olvidao apagar la lámpara de tu cuarto" y nuestro sujeto, en un alarde de velocidad a la hora de relacionar conceptos, piensa para si mismo: "JOJOJOJO lampara... pa lamparón el que le dejaba yo a la presentadora del telediario con mi linterna JOJOJOJO".

Por eso los adolescentes pasan el dia escoñaos de risa, no crean que es por los porros o porque se emborrachan, es porque solo piensan en sexo.

- Si eres un hombre ya mas "maduro" (xD), existe una bifurcación. Si eres virgen, te descojonas y piensas "Menos mal que eso a mi no me va a ocurrir". Si no lo eres, sonries levemente, arqueas una ceja y piensas "Menos mal que a mi nunca me ha ocurrido".

-Y si eres mujer, se produce la misma bifurcación. Las vírgenes piensan "Y encima de eso me dolerá". Las no vírgenes pensarán "Joder, y encima ronca".

Pero eso sí, todos ellos ríen. Ríen los hombres, porque saben que se engañan a si mismos, y ríen las mujeres... por no llorar. Porque para qué vamos a negarlo, aunque en los monólogos el objeto de la mofa sea el sexo masculino, las perjudicadas son ellas, y por ello se ven obligadas a soltar esos agudos comentarios de los que hablé antes. Osea, no es que sean de entrada sarcásticas, ES QUE EL MUNDO LES OBLIGA.

Por suerte, hay hombres y mujeres en este mundo, con la suerte de encontrar una pareja que les saca del horrible mundo del monólogo cómico sexual, y que además, les dan muchas cosas más. Por ejemplo, la respuesta a la pregunta del principio. La respuesta es SI. ES un fruto seco que no ESTÁ seco. SER y ESTAR son verbos distintos. Se ve que eso no lo explicaron en Hogwarts.