Diarrea Cerebral

viernes, diciembre 15, 2006

De nuevo, cagando por el lugar equivocado

Y otra vez aquí, despues de la tira de tiempo, para contar, desahogarme, o como se quiera llamar a lo que estoy haciendo en el momento de teclear este sinsentido (si se escribe separado os jodeis).

Y hoy de nuevo, voy a echar una poca de bilis sobre algunos visitantes de nuestro querido centro comercial Carrefour Huelva :D. Concretamente, sobre aquellos que visitan la sección de devoluciones, en la que trabajé activamente y además le cogí el gustillo a eso de mandar sutilmente a freir monas al personal.

Debería correr la segunda semana de mi contrato de verano en Carrefour, cuando se me dijo que la muchacha de devoluciones no había venido y me tocaba a mi suplir su puesto. La última vez que estuve en ese pequeño mostrador había sido mi primer día. Y yo, como un valiente, terminé de reponer las batidoras y para allá que me voy.

Y lo primero que me encuentro es... ¿recuerdan ustedes las muñecas rusas, estas que vienen varias una dentro de la otra? Pues algo así. Una señora de mediana edad, bastante entrada en carnes, y una señora que sería madre, o suegra, y que perfectamente podría albergar en su interior a la primera.

(En cursiva los pensamientos del pobre e inexperto auxiliar de devoluciones, osease yo)

- Buenas tardes señora, dígame.
- Mira, venía a devolvé ehta freidora.
Y en ese momento dice la muñeca grande: ...ehta freidora.
- (¿?¿?¿) este..... si, si claro, digame, ¿porqué desea devolverla?
- Porque tiene mu pocoh vatio... (y la madre: ...pocoh vatioh...) y semo osho en casa, y no puedo frei to la papah que quiero freih (...no se puede, tantah papah...)
- (OMGWTFPeroquecoñoesesto) ...Ajá... vale, de acuerdo. ¿me permite su ticket?
- Si, tome usté... (...uhté...)
- (¿¿Hay eco en esta parte del Carrefour o qué??) Bien, está dentro del plazo, vamos a ver que esté todo...

En ese momento abro la caja de la freidora. Saco el aparato y lo abro, ya que los accesorios suelen venir dentro del mismo aparato. ¿Nunca les ha pasado, que han abierto un regalo pensando que era aquel flamante X (entiendase por X el regalo que les ha tenido en estado de psicosis durante meses) que habían mendigado por activa y pasiva, y se han encontrado con, qué te digo yo... una PSP. Pues algo parecido me ocurrió a mi. Porque dentro de la freidora no estaban los accesorios, no. Dentro de la freidora había lo que hay dentro de cualquier freidora... ACEITE. Pero no el típico resto de aceite que puede quedar al vaciar el aparato. La jodida estaba LLENA de aceite y con los pizcos de las patatas requemadas aún flotando. Y a mi se me queda la cara de tonto.

- ...........
- ¿¿Bueno, qué paza?? (¿qué paza?)
- (Vale, no estas sufriendo alucinaciones, efectivamente, la muñeca grande está repitiendo lo que dice la muñeca peq... la menos grande) Esto... está lleno de aceite...
- Aro. (...aro...)
- (Osea, que no se les ha olvidado... que es que son así de puercas) Pero señora, yo así no le puedo hacer la devolución...
- ¿¿¿Po ji no la pruebo como ze yo zi la quiero??? ( ezo ezo, ¿¿como??)
- Claro, claro, pero han de devolver el artículo en el mismo estado en el que lo retiraron...
- PO EZO A MI NO ME LO HA DISHO NADIE VAMO!! (... Nadie noh lo dijo...)
- (¿¿Si a usted no le recuerdan que se duche no lo hace??) Mire señora, no hay problema, usted se va a su casa, la limpia, la trae, yo hago como que no he visto nada y le devuelvo el importe.
- Si vamoh!! Que yo vivo en calaña!! ¿¿Quien me paga la gasolina del viaje?? ¿¿TU?? ( ¿quien noh lo paga?)
- ....No.
- Po yo no me voy de ajki sin mi dinero, faltaría mah!! (...zin dinero no noh vamo...)
- Bueno, voy a llamar al responsable, a ver que me dice.

Tras comentarle a mi jefe la situación, me dijo que intentará convencer a las tipas de que se llevaran el aparato y lo trajesen limpio. En caso de no conseguirlo, volver a llamar. Varios intentos de razonamiento infructuosos después, mi jefe acudió a mi llamada de socorro (que manda cohones, que llevaba media hora con esta señora, y una cola ahí que era de llorar). Al final hubo que ponerle a la freidora una etiqueta de defectuosa para que el marrón del aceite se lo comiesen los proveedores (xD).

Y aquí dejo el tema por hoy, continuará en breve, ya que un turno de 7 horas da para muuuuuuuuuuuuchas anécdotas y más en la sección de devoluciones. Próximo capítulo, el caso de la mujer roja y su ropa podría, y otros cuentos.

PD: Nótese que le he cogido bastante asco a un amplio sector de la clientela de Carrefour Huelva. No me culpen, yo soy así de visceral. Pero que conste que aunque deseaba con todas mis fuerzas cagarme en varios miembros de su estirpe, siempre las traté con la toda la educación y el respeto que hígado me permitió.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Darlin´
por desgracia de eso hay en todas partes, lo mejor es tomarselo con filosofía sin pensar en prozac.
bss

12:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

pozí julin, pozi, no dejo de descojonarme con la historia de la freidora, y mira ke la he escuchao veces xDD. A ver ke tal nos va mñn
Taluee

11:02 p. m.  

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